El corazón no reconoce raza, género ni antecedentes, y es justo gracias a eso que las mejores amistades nacen. Esta es una historia de una verdadera amistad que se dio cuando, por distintas casualidades de la vida, el camino de la elefanta Bubbles se unió al de la labrador Bella… ¡y no creemos que se vayan a separar jamás!
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